El Discipulado: Delegación, Supervisión y Reproducción

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El Discipulado: Delegación, Supervisión y Reproducción

DELEGACIÓN

Jesús realizó el discipulado de una forma muy particular, él esperó siempre pacientemente hasta que los discípulos asumieran su responsabilidad con el ministerio, les mostró primero como actuaba él mismo antes de decirle lo que tenían que hacer.

Durante más de un año los discípulos se mantuvieron observando al maestro sin realizar ninguna obra de evangelización. Esto nos lleva  a pensar que debemos ser pacientes  al momento de comenzar nuestro ministerio.

INSTRUCCIONES BREVES

Antes de  enviarlos  y delegar sus responsabilidades, les dio algunas instrucciones breves que formaron las bases del discipulado de los primeros enviados:

– Tenían que salir a predicar el reino de Dios y sanar enfermos.

– Les delegó autoridad para limpiar leprosos, resucitar muertos y echar fuera demonios.

– Indico a quienes deberían ir “por camino de gentiles no vayáis……..id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.”

Deberían servir gratuitamente así como el maestro había servido.

ESPERAR INCONVENIENTES

La advertencia de problemas y dificultades Jesús se los dio a conocer, guardad de los hombres, porque os entregarán a los concilios y en sus sinagogas os azotaran; y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados  por causa de mi  para testimonio a ellos y los gentiles (Mt. 10:17-18)”.

Les recordó que aunque por causa del testimonio se verían en problemas, el Espíritu Santo los capacitaría para salir de dichos problemas y les recordó que el que lo confesara ante los hombres él lo confesaría ante su padre.

El mundo no iba a recibir a los discípulos en forma acogedora cuando predicaran e insistió en que no subestimaran las fuerzas del enemigo.

EVANGELIO QUE DIVIDE

Jesús dijo que él venía a poner distensión entre los hombres, padres contra hijos e hijos contra padres, por lo que el que ama más a padre o madre más que a mí, no es digno de mí.

Los discípulos se habían preparado para cambiar muchas mentes de personas que por causa del evangelio perderían hasta sus familias pero que este evangelio produciría un cambio en las personas y la sociedad. 

UNO EN CRISTO

Jesús agrego “el que a vosotros recibe a mí me recibe, y el que a mí me recibe, recibe al que me envió”

Entonces los discípulos serían los representantes de Jesús haciendo milagros y hablando en su nombre, ellos partieron de dos en dos con el fin de no estar solos y ayudándose mutuamente, habían comenzado el ministerio en comisión juntos.

ENVIÓ A LOS SETENTA

Muchos meses después “otros setenta” fueron enviados de dos en dos para dar testimonio de su señor (Lc. 10:1).

No se sabe quiénes fueron pero al igual que los discípulos tenían las mismas instrucciones, quizá el número tenga que ver con abarcar mayor cantidad de poblaciones, sin dejar a un lado que el número setenta es un numero bíblico.

SUPERVISIÓN

LOS VIGILÓ SIN CESAR

El discipulado que Jesús desarrolló contemplaba el hecho de reunirse siempre con los discípulos a modo de retroalimentar las experiencias que ellos habían vivido, ya que su enseñanza se basó en instruir y asignar.

Siempre los preparó para una experiencia nueva con ilustraciones, advertencias y preguntas. Esto les daba lo que necesitaban saber para llevar a cabo su obra que era la evangelización del mundo.

En Mr 6:30 y Lc. 9:10 los discípulos se reúnen con Jesús para compartir con él su primera o de las primeras experiencias evangelizadoras, pero esto al fin fue un experimento mientras seguían su preparación. Aun cuando los setenta regresaron por llamamiento de Jesús, ellos informan con gozo diciendo  “Señor aun los demonios se sujetan en tu nombre” (Lc. 10:17).

Esto nos enseña que el discipulado que Jesús realizó en sus primeras etapas procuraba las reuniones constantes con sus discípulos, pero también les hizo un llamado de atención para que no cayeran en el orgullo y él les dijo “pero no os regocijes de que los espíritus se os sujetan, regocijados de que vuestros nombres están escritos en los cielos (Lc. 10:20).

Lo que se percibe en estas reuniones que seguían a las salidas de los discípulos no hace más que resaltar la estrategia del discipulado de Jesús a lo largo de su ministerio.

PACIENCIA

Una lección correctiva muy importante que Jesús enseño a sus discípulos después de sus salidas con respecto a otros pero que no eran parte de los doce, ya que al parecer en sus viajes se encontraron con gente que arrojaba demonios en nombre de Jesús, los cuales los discípulos los habían censurado claramente. Sin duda los discípulos pensaron que actuaron bien, pero cuando Jesús lo supo tuvo la necesidad de explicarlo y dijo…….”no se los prohíbas, porque el que no es contra  nosotros, por nosotros es” (Lc. 9:50),  explicó los peligros de oponerse  a cualquier obra sincera  hecha en su nombre.

Se podían mostrar otros muchos ejemplos de cómo Jesús vigilaba las acciones y reacciones  de los discípulos a medida que se encontraba con situaciones difíciles. Estuvo siempre tras ellos, observándolos de cerca a medida que su ministerio en la tierra llegaba a su fin. No les permitía descansar ni aún en los triunfos ni en los fracasos. 

Por sobre todo lo que ya hubieran hecho siempre quedaban cosa por hacer y aprender. Se alegraba con sus éxitos, pero su meta era otra; la conquista del mundo y con este objetivo SUPERVISABA sin cesar sus esfuerzos.

REPRODUCCIÓN

La visión de Jesús fue que su ministerio se reprodujera en la vida de ellos, tal como él lo había esperado, bajo este concepto ganar al mundo para el reino de Dios era solo cuestión de tiempo.

Así Jesús había creado la estructura de una iglesia que desafiaría a la muerte y a los poderes del infierno.

Toda la tarea se centraba en sus discípulos, ellos serían la vanguardia del movimiento iniciado, a través de la palabra de ellos, otros crecerían en él y estos a otros. Esta sucesión del evangelio llegaría hasta nuestros días y a todos los confines de la tierra, ese era el plan. La pregunta es si los discípulos podrían reproducir la vida de Jesús en ellos cuando él ya no estuviera con ellos físicamente; sin embargo, en Jn 15:1-7, Jesús nos explica que sus discípulos deben estar unidos a él espiritualmente para que den frutos. 

LA GRAN COMISIÓN

La gran comisión dada en (Mt. 28:19), no solo significa ir a los confines de tierra a evangelizar, ni bautizar, ni enseñar los preceptos de Jesús, es también hacer discípulos, comprometidos como ellos en reproducir la comisión de Jesús enseñando a otros.

COMPROMISO

En la actualidad este método de reproducción o se ha olvidado o no se quiere poner en práctica.

El mundo de hoy necesita hombres comprometidos con el discipulado, que tengan la voluntad y apliquen los métodos que Jesús enseño, solo cuando nos acerquemos a ser más discípulos podremos reproducir el mensaje  de salvación.

 

Escrito por José Antonio Ávila

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1 comment
  1. Agradesco a los hnos de la Universidad Logos por compartir parte de una de mis tareas , que Dios los siga bendiciendo grandemente.

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