Estas palabras no parecen tener ningún elemento de humildad en sí: “Fui creado para ser Líder”, pero no tienes que hablarlas sino demostrarlas, de tal manera que otros vean en ti el propósito por el cuál fuiste creado.
Cuando comenzó Jesús su ministerio no tuvo que impresionar a nadie, de hecho, las personas comenzaron a seguirlo…
