La formación bíblica es un pilar fundamental para el crecimiento de la Iglesia. No se trata solo de adquirir conocimiento, sino de equipar a los creyentes para la obra del ministerio. El apóstol Pablo instruyó a Timoteo diciendo: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que…
