El pasaje donde Jesús habla de este pecado se encuentra en el Evangelio de San Mateo 12:22-37. (También está en Marcos y Lucas, pero nos referiremos a Mateo)
Cuando queremos hablar de este pecado es conveniente mirar el contexto y las circunstancias en que lo menciona. Así que lo primero que vemos es que se lo dice a los fariseos.
Que estos llevan todo el tiempo acosándole y que aunque ven sus milagros y oyen sus palabras, no le creen.
Poco a poco van endureciéndose más y más en sus corazones, hasta que llegan a este punto.
Y aquí, en este relato, Jesús sana, delante de sus ojos a un ciego y mudo, de tal manera que veía y hablaba perfectamente. En lugar de dar gloria a Dios, dicen a toda la gente que lo que ha hecho, lo hace por el poder de Satanás.
Y esta es la blasfemia contra el Espiritu Santo.
En primer lugar, el daño se lo hacen a ellos mismos, porque si Cristo es el único Salvador y le niegan ¿Qué les queda? Si Cristo está haciendo la obra en el poder del Espíritu Santo y ellos le llaman demonio, ¿Cómo pueden ser convencidos de pecado para arrepentimiento y salvación?
En segundo lugar, están confundiendo a la gente que estaba allí. Como Jesús les dice en Mateo 23:13:
“Mas ¡hay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de Dios delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.”
Vemos el triste final de muchos fariseos, como llegaron a ser cómplices de la muerte del Señor.
Por lo tanto y según tu pregunta, es muy difícil y no encaja, esa persona que siempre es fiel al Señor y un día dice esa blasfemia y comete ese pecado. ¿No te parece?
Referencias Bibliográficas
- Feliciano Briones Cursos Bíblicos Apartados 2.459 28080 MADRID
- correo: cursosbiblicos2000@yahoo.es
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