VII. DIA DE LA PROMESA: Siglo noveno.
A. Los profetas y la promesa: Los profetas eran pregoneros de justicia que predicaban la ley y la promesa, motivando al arrepentimiento y a una vida de obediencia al Señor y voluntad.
B. La promesa en el siglo noveno: Como la nación de Israel seguía endurecida y en su rebelión en contra de Dios, los profetas declararon que el pueblo experimentaría el juicio.
C. Edom y la promesa: Abdías: Encontramos la frase “día del Señor” en Abdías. Edom no escaparía al inminente juicio divino que también caería sobre todas las naciones.
D. El día del Señor: Joel. La profecía de Joel habla del grande y terrible día del Señor. Era también un tiempo de liberación para todos los que invocaran el nombre del Señor, caracterizado por el derramamiento del Espíritu de Dios sobre toda carne. Así que pentecostés fue parte del día del Señor.
VIII. SIERVO DE LA PROMESA: Siglo octavo.
En el siglo octavo a. C., hubo actividad profética, sobre todo para alertar al reino del norte de una inminente destrucción si no se arrepentía y cambiaba su estilo de vida.
A. Reconstrucción de la choza caída de David: Amós. La historia del ministerio de Amós se expresó con claridad en tres secciones:
Falta de justicia mutua y hacia Dios mismo (1:1-26).Israel debe buscar a Dios o enfrentarse con él cara a cara (4:12).
Israel recibe primero algún escape, pero luego los endurece en una vía sin escape, excepto por la oferta escatológica de esperanza a la segura presente condenación (7:1-9:15).
B. Amar libremente a Israel: Oseas. El amor de Yahvé se mantendría verdadero a pesar de la infidelidad de Israel (3:1), porque aún después de la apropiada disciplina, la desposaría de nuevo con él (2:19)
C. Misión a los gentiles: Jonás. La gracia de Dios se extendió a los más hostiles y agresivos vecinos de Israel. Los asirios. En el plan divino no era nuevo salvar gentiles.
D. Gobernador de Israel: Miqueas. Miqueas concluye su mensaje con expectante confianza del futuro y sus oraciones por Israel. Y después de orar por el cumplimiento del propósito de Dios para su tierra y pueblo entona un canto de alabanza a Dios.
E. El teólogo de la promesa: Isaías. Isaías fue el más célebre profeta de todo el AT. La visión del capítulo 6 es la clave de la teología de Isaías: Santidad y Gloria del Señor ¿Quién es el “retoño” o “rama” de Isaías 4:2-6? Muy pocos dudan que es el Mesías. El retoño de Yahvé es tanto la dinastía davídica en su naturaleza humana como en su naturaleza divina; equivalente para “Ungido” o “Santo”. En Is 7:9, tenemos la mención del nacimiento de un niño. ¿Quién entonces era este niño? En Isaías 9:6, a este recién nacido hijo, se le da una serie de descriptivos epítetos. Es “Admirable” “Consejero” “Dios fuerte” “Padre eterno” y “Príncipe de paz”. Todo el cuadro de la futura persona y obra del Mesías.
IX. RENOVACION DE LA PROMESA: Siglo Séptimo.
A. Reconsideración de la Misión a los gentiles: Nahúm. Nahúm marcó la inexorable marcha del juicio de Dios contra los pecadores del mundo entero.
B. El día del Señor: Sofonías. Su profecía comienza con un anuncio de un juicio universal sobre toda la tierra y la humanidad. Abdías, Joel, Amós e Isaías hablaron también de este día.
C. El justo vivirá por la fe: Habacuc. Habacuc demandaba fe como el requisito previo más indispensable. Habacuc se alarmaba por el incremento de la impiedad y la rebelión.
D. La palabra del Señor: Jeremías. Jeremías fue el profeta de la “palabra del Señor”. “He puesto en mi boca tus palabras” (Jer 1:9; 5:14). El nuevo pacto se enseña 31:31-34. Así, el nuevo pacto es más inclusivo, eficaz, espiritual y glorioso que el viejo.
X. REINO DE LA PROMESA: Tiempos del exilio.
Lo peor pasó. Jerusalén cayó en 586 a.C. y la mayoría de sus ciudadanos comenzaron una cautividad de setenta años en Babilonia.
A. Reino del Buen Pastor: Ezequiel. Ezequiel fue llamado a ser un centinela para Israel. Desde el mismo principio Ezequiel aclaró que a pesar del profundo pecado de Israel, Yahvé se acordaría de su pacto con la nación tal y como lo prometió hacer en los días de su juventud (Ez 16:60). “Príncipe”. Se refieren a la venida del rey davídico, el Mesías.
B. Éxito del reino prometido: Daniel. El sueño de Nabucodonosor registrado en Daniel 2 brinda el escenario para su profeta. Dios establecerá un reino que jamás será destruido, ni entregado a otro pueblo, sino que permanecerá para siempre y hará pedazos a todos estos reinos. Así, la venida del Mesías no sería solo el verdadero David sino que también sería el verdadero hijo del hombre, combinando en su persona el alto llamado de la humanidad y la posición reservada solo para Dios.
XI. TRIUNFO DE LA PROMESA: Tiempos postexilicos.
A. El anillo de sello de Dios: Hageo. Hageo encaró el débil pretexto del pueblo de que no era el momento adecuado al pedirles que se aplicara la misma lógica a sus moradas lujosas (1:2-4).
B. El héroe conquistador de Dios: Zacarías. Al trabajar mano a mano con Hageo, Zacarías entregó el llamado más intenso al arrepentimiento jamás dado por un profeta del AT.
C. El mensajero del pacto: Malaquías. Malaquías profetizó que Yahvé mandaría un precursor que prepare el camino delante de él. Sería un hombre del “espíritu y poder” de Elías como Cristo que, al señalar a Juan el bautista, dijo que era Elías porque venía con el “espíritu y el poder de Elías” (Mt 11:4; 17:11; Lc 1:17).
D. El reino es del Señor: Crónicas, Esdras-Nehemías, Ester. El cronista tuvo una visión de un Israel reunido en un día futuro con la capital en Jerusalén, como en los días gloriosos de David y Salomón.
LA RELACION CON LA TEOLOGIA DEL NUEVO TESTAMENTO
Esta es la nota predominante en ambos testamentos. Dios le dio una promesa a Abraham y mediante él a toda la humanidad. Pablo en el banquillo de juicio declaró:
“Y ahora me juzgan por la esperanza que tengo en la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados. Esta es la promesa que nuestras doce tribus esperan alcanzar”. Hechos 26:6-7
Entre los aspectos que abarcaba esta promesa estaba:
La palabra de bendición del evangelio para los gentiles (Ga 3:8)
La doctrina de la resurrección de los muertos (Hch 26:6-8)
La promesa del Espíritu Santo con una nueva plenitud (Lc 24:49)
La doctrina de la redención del pecado y sus consecuencias (Ro 4:2-5)
LA PROMESA DE JESUS, EL MESIAS (Lc 1:69-74)
LA UNIDAD DEL ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO
El objeto de la disciplina de la teología bíblica es discernir la corriente, si tiene alguna, de la continuidad que los escritores delatan en sus obras ¿fueron conscientes de algunas aportaciones anteriores a su tema o temas relacionados? R// La evidencia ya sacada del canon del AT, sostiene que los hombres del AT firmemente creyeron participar en una sola tradición. Fue imposible describir el mensaje de un escritor del NT sin referirse a la Simiente, el pueblo de Dios, el reino de Dios, la bendición de Dios para todas las naciones y el día del Señor, etc. Con su muerte, Jesús renovó el pacto, pero con esto no instituyó uno completamente “nuevo” ya que no cumple solamente con las promesas hechas a la simiente de Abraham.
Hecho por: LEONARDO AGUDELO
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