Universidad Cristiana LogosEl ministerio es una vocación sagrada que conlleva una enorme responsabilidad. Mantenerlo saludable y efectivo requiere sabiduría, dedicación y una profunda conexión con Dios. Aquí te presento consejos prácticos para evitar destruir tu ministerio, respaldados por principios bíblicos.
Mantén una Vida de Oración Constante
Todo comienza y acaba con la comunicación con nuestro Dios. La oración es la base de cualquier ministerio exitoso. A través de ella, buscamos la guía y la fortaleza de Dios. Jesús mismo enseñó la importancia de la oración constante (Lucas 18:1). “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17).
Vive con Integridad
La integridad es esencial en el ministerio, el respaldo de Dios no se hará presente, no habrá unción para ministrar si no hay integridad. Los líderes deben ser ejemplos de vida cristiana, ya que la falta de integridad además, destruye la confianza y la credibilidad en medio de la comunidad. “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar” (1 Timoteo 3:2).
Cuida a tu Familia
El ministerio comienza en casa. Un ministro por muchas responsabilidades que tenga en la obra, no puede olvidar sus prioridades. Descuidar a la familia puede causar serios problemas, ya que debemos cuidar de los nuestros antes de liderar a otros. “Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad” (1 Timoteo 3:4).
Evita el Orgullo
El orgullo es una trampa peligrosa, crece soterrado y en silencio, pero nada está oculto a los ojos de Dios. La humildad es fundamental para un liderazgo efectivo. “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu” (Proverbios 16:18).
Mantén la Pureza Sexual
La inmoralidad sexual ha destruido muchos ministerios. Es crucial mantener la pureza y evitar situaciones comprometedoras. “Huid de la fornicación” (1 Corintios 6:18).
Administra Bien los Recursos
La mala administración de los recursos puede llevar a la ruina del ministerio. Debemos ser fieles administradores de lo que Dios nos ha confiado. El ministro eficaz sigue el ejemplo de José, en la abundancia recoge y ahorra, en la escasez agradece y gasta con prudencia. La planeación debe estar primero que la emoción de desarrollar muchos proyectos. “Sobre poco has sido fiel; sobre mucho te pondré” (Mateo 25:21).
Busca Consejería y Rendición de Cuentas
Nadie es autosuficiente. La consejería y la rendición de cuentas previenen errores graves. Un pastor o líder debe cuidar su corazón. “En la multitud de consejeros hay seguridad” (Proverbios 11:14).
Mantén el Enfoque en Cristo
El ministerio debe centrarse en Cristo, no en el líder. Esto asegura que el ministerio esté alineado con la voluntad de Dios. “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:2).
Cuida tu Salud Física y Mental
El ministerio puede ser agotador. Es vital cuidar la salud para servir efectivamente. “¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?” (1 Corintios 6:19).
Confía en Dios, No en tus Propias Fuerzas
El ministerio es obra de Dios, no nuestra. Confiar en nuestras propias fuerzas puede llevar al fracaso. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia” (Proverbios 3:5-6).
Aprende a Delegar
Delegar es esencial para evitar el agotamiento y permitir que otros crezcan en sus dones. Moisés aprendió esto cuando su suegro Jetro le aconsejó delegar responsabilidades (Éxodo 18:21).
Crea un Sistema de Formación de Líderes y genera un Legado
Formar líderes es crucial para la continuidad del ministerio. Jesús dedicó tiempo a formar a sus discípulos, asegurando que su obra no se detendría. “Lo que has oído de mí, encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar a otros” (2 Timoteo 2:2). Es triste ver cómo grandes obras fallecen junto con su fundador; que este no sea tu caso. La obra es del Señor y debe perdurar, debes asegurar la continuidad y tener cuidado de tus ovejas, esa es la mejor huella que puedes dejar.
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Por María del Pilar Salazar
Decana Académica
Univ. Logos
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