Resumen De David Un hombre con pasión y destino, de Charles R. Swindoll
Realizado por Rufino López, estudiante de la Universidad Cristiana Logos.
Continuación…
El autor señala Una conversación poco común entre David y Saúl cuando este le perdonó la vida al entrar en la cueva donde se ocultaba David. (págs., 103-105) (1 Samuel 24: 9-12; 20 -22). Dice que “Usted tiene la responsabilidad de decirle la verdad a una persona, pero es imposible hacerla cambiar de opinión. Es posible que pase toda su vida creyendo la mentira, pero usted en lo más profundo de su corazón, conocerá la satisfacción que da la sensación de haber actuado con justicia. Su conciencia estará limpia.” Corroboro con esta afirmación del autor, ya que en Ezequiel 4 Dios habla al profeta sobre el deber de ser un atalaya, o sea advertir a otros para que se arrepientan de su mal camino, al hacerlo libramos nuestras almas y cumplimos con nuestro deber aunque esta no cambie de parecer. Esto fue lo que hizo David con Saúl y por eso tuvo su conciencia limpia delante de Dios.
En el capítulo nueve con referencia a cuando David dijo a Abigail, la esposa de Nabal, la cual fue al encuentro de el con alimentos para pedirle misericordia por su esposo y su casa; ya que Nabal había actuado neciamente y con dureza de corazón al no corresponderle a los hombres de David y darles provisión para alimentarse; Que David le dice: “Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió hoy a mi encuentro. (1 Samuel 25:32). Swindoll observa: “No es lógico que Dios escogiera a David como un hombre según su corazón? Que, ser tan dócil! Tiene la espada lista para desenfundarla y ,sin embargo, le presta atención a esta mujer que nunca antes había conocido, la escucha sin interrumpirla….. y cambia totalmente de conducta. Este sí que era un hombre según el corazón de Dios! Esa es una de las razones por las que lo fue: Estaba dispuesto a cambiar.” Además este escritor nos aconseja: “quiera Dios mantenernos siempre flexibles y dóciles. Si alguien tiene una palabra oportuna para nosotros en una situación sin salida en nuestras vidas, y no le hacemos caso, seriamos unos grandes bobos. David es aquí un modelo de humildad.” (Pág. 119)
En la pág. 133 del capítulo diez, (1 Samuel 30: 1-6) presenta como David recoge tempestades en relación al caso que se le presento en Siclag cuando los Amalecitas habían atacado incendiando la ciudad y llevaron cautivas a las mujeres con todo lo que ellas tenían; David y sus hombres lloraron hasta que les faltaron las fuerzas; luego también el pueblo hablaba de apedrear a David por causa de que habían perdido sus familias. Charles Swindoll nos trae una linda enseñanza, él dice que “David había llegado al punto donde algunos piensan en quitarse la vida. Había descendido tanto en la escalera de la desesperación, que había llegado al último peldaño, a la última parada. Al punto donde la persona o cae en el desasosiego o clama a Dios implorándole perdón y que lo salve.” Luego añade que “David tomo la decisión correcta” porque se fortaleció en Jehová su Dios. Y que “esa es la manera de manejar el pantano del desaliento. El foso puede parecer no tener fondo pero todavía hay esperanzas.”
Lo que dice el autor sobre la decisión correcta de David, al fortalecerse en Jehová su Dios en los momentos más oscuros de su vida. David sufrió como hombre al verse en semejante situación, era normal tener esos sentimientos de desesperación, pero a la vez tuvo el coraje de alzar sus ojos a los montes buscando socorro y luego poder exclamar: mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra (Salmos 121:1-2). Cuando miramos hacia aquel que tiene el poder para obrar más allá de lo que pedimos o entendemos, nuestra actitud de derrota y desesperación cambia en fortaleza, para seguir peleando nuestras batallas ya que tenemos la ayuda de Dios. (Proverbios 10:29 dice: “el camino de Jehová es fortaleza al perfecto”.
El escritor en el capítulo doce, (pags. 154-155) dice que uno de los fallos de David fue que se entregó a excesos de pasión. Todo lo que hizo, lo hizo con todo su corazón. Cuando peleaba, lo hacía hasta el final para aniquilar al enemigo. Cuando amaba, amaba con todo su corazón; las numerosas esposas y concubinas que tuvo son ejemplos de esta pasión. También Charles cita al escritor J. Oswald Sanders que lo sintetiza correctamente: “la mayor falta de David consistió en ceder a las pasiones de la carne”. Sobre esto puedo señalar que David siendo hombre sujeto a pasiones y deseos no pudo tener control sobre esta área de su vida. Con el exceso de esposas y concubinas dio rienda suelta a sus pasiones y deseos que término llevándolo a un triste desenlace de pecado de adulterio y asesinato.
Por lo tanto, como siervos escogidos de Dios, debemos de tener dominio sobre nuestras pasiones y deseos que batallan en nuestra mente y bajo el poder del espíritu santo vencerlas. No podemos impedir que los pájaros vuelen en nuestra cabeza, pero sí que hagan nidos. En Efesios 4:23 el Señor nos exhorta a renovarnos en el espíritu de vuestra mente. Tenemos que llenar nuestros pensamientos de la palabra de Dios y poder decir: “en mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti” (salmos 119:11); esto es lo que nos garantizara tener la victoria sobre nuestras pasiones y deseos.
Otro fallo de David, que el escritor Swindoll señala, fue que “se convirtió en víctima de la autosuficiencia y soberbia.” (Pag.155) A este señalamiento del autor puedo decir que todo hombre que alcanza la cima del poder es tentado a la autosuficiencia y soberbia. David fue un rey que alcanzo dicha cima y llego un momento que se dejó vencer con la autosuficiencia y soberbia al desobedecer a Dios y querer censar al pueblo. (2 Samuel 23) Aunque tuvo el consejo de Joab para hacerlo recapacitar, en esta ocasión no acepta el consejo y llega a fallarle a Dios.
Como conclusión, descubrimos el gran hombre con un hombre conforme al de Dios, que peleo sus batallas, enfrento persecuciones adversidades y tormentas hasta llegar al propósito que Dios tenia destinado para él. Fue un luchador con gran pasión y con un objetivo determinado en su vida, esperar el momento de ver cumplida la promesa de Dios.
Por consiguiente, la Biografía de David nos deja una gran enseñanza: nuestra antigua naturaleza siempre está al acecho y si dejamos de depender del Espíritu de Dios entra en acción y nos destruye. Por mucho tiempo que llevemos en los caminos del Señor, siempre es posible caer.
Pero si nos mantenemos caminando en la fe de nuestro Señor Jesucristo y añadimos a nuestra fe, virtud, a la virtud conocimiento, al conocimiento dominio propio, al dominio propio, paciencia; a la paciencia piedad… porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. (2 Pedro 1 5 – 10)
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