Universidad Cristiana LogosEl 4 de julio es una fecha emblemática en la historia de los Estados Unidos, ya que marca la independencia de las trece colonias del dominio británico. En este contexto, es relevante examinar cómo los principios cristianos influyeron en los Padres Fundadores y en la redacción de documentos fundamentales como la Declaración de Independencia. Este análisis revela la profunda conexión entre la fe cristiana y los ideales de libertad y justicia que fundamentaron la creación de la nación estadounidense.
Queremos saludar a todos los norteamericanos dondequiera que se encuentren, recordando que aunque celebramos la independencia de las naciones terrenales, en nuestra ciudadanía del cielo todos dependemos del Padre Celestial.
La Cosmovisión Cristiana de los Padres Fundadores
Los Padres Fundadores de los Estados Unidos no solo fueron políticos y filósofos; muchos de ellos eran también hombres profundamente religiosos. Sus creencias cristianas influyeron significativamente en su visión del gobierno y los derechos humanos. Thomas Jefferson, uno de los autores principales de la Declaración de Independencia, fue influenciado por el concepto cristiano de la ley natural, que sugiere que los derechos humanos son otorgados por Dios y no por el hombre. En la Declaración de Independencia, Jefferson escribió que todos los hombres “son creados iguales, que son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables” (Declaración de Independencia, 1776). Este lenguaje refleja claramente una influencia cristiana.
Principios Cristianos en la Declaración de Independencia
La Declaración de Independencia se basa en varios principios que tienen raíces cristianas. Primero, la idea de que todos los hombres son creados iguales se alinea con el concepto bíblico de la dignidad humana. Génesis 1:27 dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (RV 1960). Este versículo subraya la igualdad fundamental de todos los seres humanos, una creencia que fue esencial para los Padres Fundadores.
Además, la Declaración de Independencia afirma que los derechos inalienables son otorgados por el Creador. Este reconocimiento de Dios como la fuente de los derechos humanos se puede ver en la creencia cristiana de que la libertad y la justicia son dones divinos. Gálatas 5:1 dice: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud” (RV 1960). La libertad mencionada en este pasaje no es solo espiritual, sino también una libertad moral y social que los Fundadores consideraron fundamental para el gobierno justo.
La Influencia del Cristianismo en la Constitución
Aunque la Constitución de los Estados Unidos es un documento secular, la influencia cristiana en su redacción es innegable. Los principios de justicia, libertad y responsabilidad moral que subyacen en la Constitución están profundamente arraigados en la ética cristiana. Proverbios 14:34 dice: “La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones” (RV 1960). Este versículo resuena con la visión de los Fundadores de que una nación justa y moral prosperará.
La Ética Cristiana y la Justicia Social
El cristianismo no sólo influyó en la estructura política de los Estados Unidos, sino también en su enfoque hacia la justicia social. La Biblia habla extensamente sobre la justicia y la equidad. Miqueas 6:8 dice: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (RV 1960). Los Fundadores creían que el gobierno tenía la responsabilidad de proteger los derechos de todos sus ciudadanos y promover la justicia social, principios que están enraizados en las enseñanzas bíblicas.
La Libertad Religiosa como Pilar Fundamental
Uno de los aspectos más destacados de la influencia cristiana en la independencia de Estados Unidos es el énfasis en la libertad religiosa. Los Padres Fundadores reconocieron que la libertad de practicar la religión sin interferencia del gobierno era esencial para una sociedad libre y justa. Este principio se refleja en la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de religión. La libertad religiosa es vista no solo como un derecho humano fundamental, sino también como un mandamiento bíblico. Santiago 1:25 dice: “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” (RV 1960).
Conclusión
La influencia del cristianismo en la independencia de los Estados Unidos es profunda y multifacética. Desde la cosmovisión de los Padres Fundadores hasta los principios expresados en la Declaración de Independencia y la Constitución, la ética y los valores cristianos han dejado una huella imborrable en la fundación de la nación. Al celebrar el 4 de julio, es importante reconocer y reflexionar sobre estas raíces cristianas y cómo han dado forma a los ideales de libertad, justicia y dignidad humana que siguen siendo fundamentales para la identidad estadounidense. Además, hacemos un llamado a los cristianos de todas las naciones a orar por la paz y la justicia en el mundo, y a pedir que Estados Unidos se vuelva a recristianizar, volviendo a sus raíces en la fe y los principios bíblicos.
Como dice 2 Crónicas 7:14: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (RV 1960). Que todos nosotros, como ciudadanos del cielo, dependamos de nuestro Padre Celestial y busquemos su guía en todos nuestros caminos.
Por María del Pilar Salazar
Decana Académica
Univ. Logos
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