En un mundo marcado por conflictos y divisiones, la oración y la intercesión pueden ser poderosas herramientas para buscar la paz y la reconciliación. En este blog, abordaremos el tema de interceder por dos pueblos que han estado en conflicto durante décadas: Israel y Palestina. Además, extendemos nuestra compasión hacia las víctimas inocentes atrapadas en medio de esta lucha.
¿Por qué interceder?
La Biblia nos enseña a orar por nuestros enemigos y a buscar la paz. En Mateo 5:44, Jesús dice: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”. Interceder por Israel y Palestina no significa tomar partido, sino más bien elevar nuestras voces al cielo en busca de misericordia y sanidad.
Israel: La Tierra Prometida
Israel es una nación con una rica historia bíblica. Desde los tiempos de Abraham hasta el establecimiento del moderno Estado de Israel en 1948, esta tierra ha sido un lugar de promesa y conflicto. Oremos para que Israel encuentre seguridad, prosperidad y una solución justa para todos sus ciudadanos.
Palestina: El Pueblo Olvidado
Los palestinos también merecen nuestra compasión. Muchos han sufrido desplazamientos, violencia y privaciones. Oremos para que encuentren justicia, dignidad y una solución pacífica al conflicto. En Jeremías 29:7, Dios nos insta a “buscar el bienestar de la ciudad” donde vivimos, incluso cuando esa ciudad está dividida.
Las Víctimas Inocentes
No podemos olvidar a aquellos atrapados en medio del fuego cruzado: los secuestrados, los niños traumatizados, las mujeres desplazadas. Oremos por su protección, sanidad y esperanza. Que encuentren consuelo en medio del caos.
Los Países Vecinos
El conflicto entre Israel y Palestina afecta a toda la región. Oremos también por los países vecinos: Jordania, Líbano, Egipto. Que encuentren caminos hacia la paz y la cooperación.
Conclusión
Interceder por Israel, Palestina y sus víctimas es un acto de amor y compasión. No importa cuál sea nuestra afiliación política o religiosa; todos podemos unirnos en oración por la paz en esta región conflictiva. Que nuestras palabras lleguen al trono de Dios como un clamor por justicia y reconciliación.
“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9).
Que este llamado a la intercesión nos inspire a orar fervientemente por todos aquellos afectados por este conflicto. 🙏🕊️
Autor: María del Pilar Salazar