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Cristianos

MUJERES DE LA BIBLIA

Son varias las características comunes que identifican a la cristiana verdadera, tal como la vida de oración, la lectura de la Palabra, la asistencia fiel a todos los servicios, el ser hacendosas en el hogar, ahorrativas, prolijas, cuidadosas de sus maridos e hijos y que casi nunca se quejan. Pero vayamos mejor a la Palabra de Dios y para saber qué méritos exhibieron esas damas que están mencionadas en la Escritura como siervas de Dios y en qué se les debe imitar:

 La Sunamita:   Esta piadosa mujer vivió en los días del profeta Eliseo y era a no dudar muy generosa. Dice la Escritura acerca de ella: “Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer. Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios.  Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros se quede en él. Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió”.(2 Reyes 4:8-11)

 Sobre esta singular hermana, la sunamita, hay varios aspectos que convienen destacar para que nadie quede con la impresión equivocada. Lo primero que debemos decir es que la apariencia del profeta, no era nada elegante, ni distinguida o lujosa. Si uno no era una persona espiritual, no era ningún privilegio hospedar a un profeta de Dios. Estos hombres vestían muy pobremente, no contaban con medio alguno de transportación, es casi seguro que no tenían ni ropa para cambiarse. Vivían como nómadas, yendo de un lugar a otro, mal alimentados, sufridos, avejentados prematuramente y poco populares. El autor de la Epístola a los Hebreos los describe así: “...Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados y maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra” (Hebreos 11:37b,38).

 A pesar del aspecto exterior del profeta, esta hermana lo ayudó. Después de verlo varias veces, llegó a la conclusión que era un varón de Dios.  Algo hubo en su comportamiento, en su conversación, que la llevó a esta conclusión. Por eso le sugirió a su esposo que le improvisaran una sencilla habitación para hospedarlo cuando fuese necesario. ¡Qué ministerio el de esta hermana! ¡Qué ejemplo para las hermanas de hoy! ¡Qué oportunidad de hacer algo por la causa del Señor! Y yo me pregunto: ¿Cuántas de las “pastoras o reverendas” modernas, estarían dispuestas a identificarse con un hombre así? Si lee en la Escritura sobre Eliseo y su ministerio se dará cuenta que Dios lo usó poderosamente, pero no hay duda que parte de su recompensa irá a manos de esta pareja de Sunem. El ministerio que desempeñó esta hermana de Sunem fue el de la hospitalidad.

Dorcas:  Lo que primero llama mi atención es que el nombre de esta hermana Dorcas, significaba “Gacela”. Y la Biblia nos dice de ella: “Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Ésta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó” (Hechos 9: 36-40). A esta hermana nadie la llamó para que desempeñara tal o cual ministerio en la iglesia, sin embargo, ayudaba a los pobres. Además, tenía la habilidad de ser una gran modista, una costurera de primera línea.  A pesar de haber resucitado de entre los muertos, a Dorcas no se le ocurrió comenzar a recorrer las iglesias para contar sus fantásticas experiencias durante esas horas que estuvo fuera del cuerpo. Es posible que los amigos de las pastoras de hoy, le hubieran dicho: “Hermana Dorcas, he tenido una revelación y el Señor me dijo que usted debe ser ordenada para el pastorado. Hermana usted tuvo una experiencia única. Su testimonio es intachable y su capacidad casi insuperable. Usted debe ser la pastora de esta iglesia”. Cuando nos alejamos de la Escritura e ignoramos lo que dice tan claramente sobre el pastorado, es entonces cuando comenzamos a invocar absurdos para formar un ejército de pastoras en una nueva modalidad, alegando que “Los tiempos han cambiado y que debemos colocar la iglesia a la altura de nuestro siglo de igualdades”. Es cierto que en la Biblia leemos sobre mujeres que desempeñaron cargos que generalmente correspondían al varón y que la Escritura no oculta estas excepciones, pero allí no se encuentra un solo caso de una mujer que desempeñara el cargo de pastora. La palabra “pastora” sólo está mencionada una vez en la Biblia y sobre esto dice: “Mientras él (Jacob) aún hablaba con ellos, Raquel vino con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora” (Génesis 29:9). Aquí la palabra “rebaño” no significa gente, sino ovejas. Lo que el versículo dice literalmente es que Raquel era pastora porque cuidaba ovejas que eran propiedad de su padre Labán.

María, la hermana de Moisés era profetisa - “Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y María les respondía: Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido; ha echado en el mar al caballo y al jinete” (Ex. 15:20,21). No tenemos sus profecías, excepto estas pocas palabras que más bien son alabanzas. Leemos en el Antiguo Testamento, que a veces la gente “profetizaba” con instrumentos musicales y cánticos. De esto se deduce que las alabanzas también eran consideradas en ciertas ocasiones como “profecía”.

Débora - Aquí tenemos a una mujer que desempeñó el cargo de juez y de la cual también se dice que era profetisa. “Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio” (Jueces 4:4,5). Esta mujer también tiene el título de profetisa y, además, juzgaba al pueblo, desempeñaba el papel de juez, pero no de pastora. Pero no podríamos decir hoy, “Bueno, si Débora pudo ser juez, ¿por qué no puedo yo ser pastora?”. Hay muchas mujeres en todas partes del mundo que desempeñan ese mismo cargo. No conozco un solo país donde existan leyes que impidan que una mujer se desempeñe como juez, pero en el caso del pastorado no se trata de las leyes de tal o cual país. Tampoco se trata de modalidad o costumbre de una denominación determinada. La cuestión del pastorado está bien clara en la Biblia y Dios mismo, mediante el Espíritu Santo dirigió a los escritores sagrados para que indicaran quién podía ser y quién no.

 La profetisa Hulda - “Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella” (2 R. 22:14). En momentos de gran decaimiento espiritual, cuando no se hallaba un solo hombre para ser usado por Dios, él usó a las mujeres. En este caso a Hulda, una profetisa que recibió los mensajes de Dios y se los comunicó a quien correspondía. El mismo pasaje que mencioné continúa dando detalles respecto a lo que Dios le había revelado. Pero esto no significa que no hayan existido profetisas falsas, la Biblia dice, “Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat, conforme a estas cosas que hicieron; también acuérdate de Noadías profetisa, y de los otros profetas que procuraban infundirme miedo” (Nehemías 6:14). Esta mujer, Noadías, hizo alianza con un grupo de supuestos profetas y era parte de los que entorpecían la obra de Nehemías, seguramente representaba a las mujeres “liberadas” de su día. Las mujeres de hoy en día no tienen por qué quejarse, están muy bien representadas, incluso hasta tienen delegadas entre los profetas falsos.

 Ana la profetisa - El Nuevo Testamento menciona también a una mujer, que aparece justo cuando nació Jesús. Y dice: “Estaba también allí Ana profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones” (Lucas 2:36,37). Es probable que muchos consideraran a esta mujer como profetisa, aunque la Biblia no registra nada de lo que ella dijera, excepto que cuando llevaron el niño Jesús al templo, “Ésta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén” (Lucas 2:38). Por lo visto Dios le reveló a esta anciana piadosa que el niño que llevaban al templo era el mismo Mesías.

 Las hijas de Felipe - “Al otro día saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrado en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. Éste tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban” (Hechos 21:8,9). A diferencia de las otras profetisas, la Escritura no dice nada sobre lo que ellas profetizaron.  Solamente declara “que profetizaban”. La razón es muy clara, porque la palabra “profetizar” rápidamente tomó otro giro ni bien se completó el Canon Sagrado. Lo que hacían estas hijas de Felipe era predicar el Evangelio. Como su padre era evangelista, ellas simplemente eran parte del “equipo”. Eran hermanas activas y daban testimonio de Cristo y del perdón de Dios. Ninguna de ellas era pastora, no hay tal. Aunque ya existían algunas iglesias, ellas estaban en su casa. Varios años después, Pablo explicó así lo que significaba este tipo de profecía, “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación” (1 Corintios 14:3). Ya en el libro de los Hechos tenemos esta misma forma de interpretación respecto a la profecía: “Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras” (Hechos 15:32).

La palabra profetizar debe verse muchas veces a la luz del contexto, pues no siempre quiere decir predicción del futuro. En este caso en particular, Judas y Silas hablaron largamente con los hermanos, consolándolos y confirmándolos en la fe. En aquellos días el que edificaba a los hermanos, exponía la Palabra de Dios, y consolaba y explicaba con las Escrituras, se le llamaba profeta, porque profeta es un vocero de Dios.  Dichosa la iglesia que tiene entre las hermanas, así sean casadas o solteras, profetisas como las hijas de Felipe.

De igual manera, hay ocasiones en que “profetizar” significa alabanza. “Asimismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos; y el número de ellos, hombres idóneos para la obra de su ministerio, fue: De los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asarela, hijos de Asaf, bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba bajo las órdenes del rey.  De los hijos de Jodutún: Gedalías, Zeri, Jesaías, Hasabías, Matatías y Simei; seis bajo la dirección de su padre Jedutún, el cual profetizaba con arpa, para aclamar y alabar a Jehová”. (1 Crónicas 25:1-3).

Notamos que la Biblia hace distinción clara entre el juez, el profeta que amonesta, edifica y enseña el evangelio, y el que es escogido para desempeñar el pastorado. En el caso del pastorado no hay confusión alguna. No hay manera de entender mal lo que leemos en 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-9. En 1 Timoteo 6:3-5 dice: “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad...”.

Debemos concluir que aunque en la Biblia, especialmente en el Nuevo Testamento, se mencionan varias mujeres como profetisas y también hombres, no tenemos libro ni registro alguno sobre las profecías de ellos. Nadie conoce las profecías de María, la hermana de Moisés; las de la profetisa Hulda; las de Débora o las de las hijas de Felipe. Tampoco de Judas, Silas, Asaf, Emán, Jedutún, Matatías o Simei. La Biblia destaca muchas mujeres, pero ninguna era pastora de iglesia. Permítame mencionar algunas:

1. A EVA, UNA MUJER CURIOSA “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella” (Génesis 3:6).

2. A AGAR, UNA MUJER DESECHADA. “Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó al muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba...Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco” (Génesis 21:14,20).

3. MARÍA, LA HERMANA DE MOISÉS, UNA MUJER AMBICIOSA. “María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová”. (Números 12:1,2).

4. RUT, UNA MUJER CONSTANTE. “Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” (Rut 1:16).

 5. ANA, UNA MADRE IDEAL. “Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová” (1 S. 1:20). “Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado”(1 Samuel 2:19).

 6. ABIGAIL, UNA MUJER CAPAZ Y PRUDENTE. “Y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail.  Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia, pero el hombre era duro y de malas obras; y era del linaje de Caleb... Entonces Abigail tomó luego doscientos panes, cueros de vino, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos. Y dijo a sus criados: Id delante de mí, y yo os seguiré luego; y nada declaró a su marido Nabal”. (1 Samuel 25:3,18,19).

 7. LA SUNAMITA UNA MUJER HOSPITALARIA. “Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer. Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios.  Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros se quede en él. Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió”. (2 Reyes 4:8-11)

8. ESTER, UNA MUJER VALIENTE Y ABNEGADA. “Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáís en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley, y si perezco, que perezca” (Ester 4:16).

 9. LA CANANEA, UNA MUJER DE FE. “Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora” (Mateo 15:28).

10. MARÍA MAGDALENA, UNA MUJER TRANSFORMADA. “Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle... Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios” (Marcos 16:1,9).

 11. ELIZABETH, UNA MUJER HUMILDE. “¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?” (Lucas 1:43).

12. MARÍA, UNA MUJER OBEDIENTE Y ESCOGIDA DE DIOS. “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS... Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra...” (Lucas 1:30,31,38).

13. MARÍA DE BETANIA, UNA MUJER INMORTALIZADA POR JESÚS. “Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa... [Y dijo Jesús de ella] De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (Mateo 26:6,7,13).

14. MARTA, UNA MUJER HACENDOSA Y PREOCUPADA POR SU CASA. “Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola?  Dile, pues, que me ayude” (Lucas 10:40).

15. LA SAMARITANA, UNA MUJER EVANGELISTA. “Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?” (Juan 4:28,29).

 16. DORCAS, UNA COSTURERA BONDADOSA Y GENEROSA.  “Y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas” (Hechos 9:39).

17. LIDIA, UNA MUJER COMERCIANTE Y HOSPITALARIA. “Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.  Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos” (Hechos 16:14,15).

 Todas estas mujeres sirvieron a Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, ¡pero ninguna de ellas era pastora! ¡A ninguna se le ocurrió jamás tal cosa! Es tan amplio el campo de servicio para las hermanas que de verdad desean servir al Señor, que incluso sus oportunidades son mucho mayores que las de los hombres.

 La Biblia dice, que Pablo, durante su ministerio, encontró a un joven ejemplar y que lo llevó consigo. Este joven era Timoteo, quien llegó a ser de gran influencia en la iglesia primitiva. “Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio” (Hechos 16:1,2).  Pablo lo llevó consigo y Timoteo se dedicó por entero a la obra del Señor.  Pero, ¿quién lo instruyó en la fe cristiana?  Dice la Escritura, que Pablo le dijo al respecto: “Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también” (2 Timoteo 1:5).

No creo que un pastor habría podido hacer por Timoteo lo que hicieron estas dos mujeres piadosas, su madre y su abuela respectivamente. Lo mejor es ganar a los hijos para Cristo cuando aún son pequeños y quien mejor para esto que su propia madre. Ella, con su amor y cuidado, es la que mejor puede ilustrar el amor de Dios para esa criatura inocente.

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LA BIBLIA Y LA PSICOLOGÍA.

Hoy, mas que nunca, la gente está interesada en la psicología y en lo que tiene para decir a la humanidad. como ya hemos visto, el estudio de la psicología trata con la mente, sus sentidos y el comportamiento humano.

Dado que nuestra mente controla nuestro comportamiento, y nuestro comportamiento influye y es influido de muchas formas, se vuelve un estudio desafiante. Junto con esto están los problemas crecientes de la mente y las relaciones sociales en un mundo complejo hoy.  Colapsos mentales y morales, el aumento del ocultismo (por ejemplo, la astrología), y el deseo de conocer las cosas futuras y las cosas del mundo no físico.

La influencia satánica está creciendo como nunca antes, como dice 1 Timoteo 4:1 y 2 Timoteo 3:2:

"El espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios" y "mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados."

Ya que el hombre constantemente está tratando de explorar la mente en el comportamiento humano, parece lógico al cristiano que su mejor fuente de conocimiento sea comprender a aquel que creó la mente de la humanidad, además de considerar el libro de texto que él ha escrito sobre la mente y el comportamiento humano.

El libro de texto más autorizado sobre el tema del comportamiento humano es la Biblia. por lo tanto, nos incumbe considerar seriamente lo que Dios tiene para decir sobre este tema de la psicología bíblica. Es importante aclarar que la Biblia no es un libro de texto de psicología, sino más bien es un texto sobre Dios y su relación con la humanidad, que Él creó. sin embargo, en este contexto hay mucho en la Biblia sobre el comportamiento humano, y cuando la Biblia habla sobre el tema de la psicología, habla con autoridad final.

Dios, que es nuestro creador, tiene una respuesta para todos los problemas.

Las escrituras nos enseñan que el ser humano que fue creado para vivir en comunión con Dios, con la humanidad, con la creación y consigo mismo cayo victima del pecado y ahora vive las consecuencias.

a.- La primera relación afectada por el pecado es la relación del ser  humano con su creador.  Separación teológica.

b.- La segunda relación afectada es ser humano-ser humano. Separación sociológica.

c.- La tercera relación afectada es ser humano-naturaleza. Separación ecológica.

d.- La cuarta relación afectada es ser humano-si mismo. (el pecado causa vergüenza, temor, engaño, iras, rencillas y angustia

existencial. Separación psicológica.

La Biblia afirma que el ser humano puede encontrar redención por medio de la obra de Cristo y puede llegar a alcanzar su pleno potencial de desarrollo en el poder del Espíritu Santo.

Es importante notar en este punto lo que dice 1 Tesalonicenses 5:23 cuando habla de cómo el ser humano está compuesto:

 “Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensiblemente para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”

Somos seres completos que no trabajan indivisiblemente, sino en unidad.

Cuerpo. La palabra "cuerpo" puede referirse a los siguientes artículos: * cuerpo humano, la estructura física y material del hombre. * Cuerpo (anatomía), un concepto anatómico de los seres vivos. * En este caso viene del hebreo basar que significa carne.   Mateo 6:25; Romanos 8:11

Alma.  Del Hebreo ne’phesh y del griego psy-khe que significa, respirar, soplar.

Parte espiritual e inmortal del hombre, capaz de entender, querer y sentir, y que, junto con el cuerpo, constituye su esencia humana…… Génesis 2:7; 1 Corintios 15:45;  1 Pedro 2:11…

Espíritu.  Del hebreo  ruaks (ruach), y del griego, pneuma que significa viento, aliento, mente.  Génesis 2:7; 6:17; 7:15, 22;  Ezequiel 37: 10-14

Universidad Cristiana Logos - ¡Tu pasión, nuestra misión!

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El Compromiso de un Discípulo

Es imposible avanzar con seriedad en una relación personal sin un claro sentido de compromiso. El diccionario nos informa que compromiso significa «obligación contraída, palabra dada, fe empeñada». Esta definición indica que es una relación muy seria, que no se puede determinar con ligereza. Es la clase de relación que establece un matrimonio o que caracteriza a los que forman una sociedad civil o comercial. Es mucho más que simpatía, interés o entusiasmo. Implica la disposición de empeñarse, de involucrarse, de unirse a otros con el fin de realizar algún propósito más allá de lo que sería posible a nivel individual. Naturalmente, comprometerse implica cierto riesgo. Los seres humanos no siempre somos estables y confiables, pues nuestro estado de ánimo puede afectar el nivel o la intensidad de nuestra disposición. Factores ajenos a la relación comprometida pueden influir en ella. Por eso, el compromiso o la relación pactada pretende anticipar y neutralizar estos cambios de ánimo por medio de la «palabra dada» o la «fe empeñada». Se asume el compromiso, aun sabiendo que en el futuro nos pueda implicar sacrificios o costos elevados. ¿Puede ser una cuestión de sentimientos o una acción impulsiva la decisión de seguir a Cristo? ¿No indican las Escrituras más bien que el discipulado es una relación muy seria y requiere una entrega total al Señor? Seguir a Cristo implica dejar de lado los planes propios y reconocer a Cristo como el Señor, el Maestro, el Jefe, el Rey de la vida. Es imposible seguir a Cristo sin la toma de algunas decisiones difíciles y costosas que distinguen a uno de su pasada manera de vivir. Ser un discípulo tiene el efecto de enrolarlo en una carrera a la entera disposición de Jesucristo. Esta percepción choca con la forma natural de vivir de todos nosotros. Por lo general, preferimos que Cristo nos acompañe, nos ayude, nos levante y sostenga, nos saque de los líos y solucione nuestros problemas. Sin embargo, deseamos seguir adelante con nuestro propio esquema y ritmo, los planes y ambiciones particulares, sin tener que hacer ajustes radicales. Nos desconcierta pensar que nos tocaría enfrentar una adaptación a otro estilo de vida, a otros valores. En realidad, es exactamente eso lo que tiene que ocurrir. Es tan grande el cambio que el Señor quiere introducir en nuestra vida que Cristo nos exhorta a sentarnos a calcular con seriedad lo que nos va a costar, a fin de tomar una decisión sobria y bien pensada. El poder dar ese paso implica que uno tiene en mente un cuadro claro de su situación real, de lo que está en juego. Está consciente que no puede volver a una vida egoísta ni a una existencia sin propósito. Ha llegado a la conclusión que la vida no tiene sentido aparte del propósito eterno de Dios y el supremo llamado de Cristo Jesús. Se pregunta: «¿Volver…? ¿Volver a qué?» No le interesa retroceder a una vida de pecado, de frustración, de vicios. Tampoco le interesa seguir el rumbo que le señala la ambición o el placer. Ya comprendió que vivir sin Dios es pretender moverse sin norte, sin brújula, sin dirección clara. Ahora quiere tener la seguridad que vive para algo, que la vida tiene un objetivo. Quiere llegar a ser como Cristo. Quiere vivir conforme a la voluntad de Dios. Es esta convicción la que le lleva a tomar la decisión de ser discípulo de Jesucristo. Cristo ha traído luz y esperanza a la vida. Ha mostrado su gran amor y bondad. Más aun, dio su vida por nosotros en el Calvario y resucitó para darnos vida eterna, plena y victoriosa. En esta lección consideraremos la importancia de decidir seguir a Cristo, de vivir solo para él. Procuraremos comprender lo que está involucrado en esta decisión que es capaz de cambiar la vida por completo. Leamos con cuidado el siguiente texto de Lucas 14:25–33 para luego responder a las preguntas que siguen:
25 Grandes multitudes seguían a Jesús, y él se volvió y les dijo: 26«Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. 28»Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? 29 Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, 30 y dirán: “Este hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir.” 31»O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres puede enfrentarse al que viene contra él con veinte mil? 32 Si no puede, enviará una delegación mientras el otro está todavía lejos, para pedir condiciones de paz. 33 De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo. 34»La sal es buena, pero si se vuelve insípida, ¿cómo recuperará el sabor? 35 No sirve ni para la tierra ni para el abono; hay que tirarla fuera. »El que tenga oídos para oír, que oiga.»
PARA PENSAR Y COMENTAR⬇️⬇️
  • ¿Por qué Jesús fue tan exigente en sus requisitos para los que le iban a seguir como discípulos?
  •  ¿En qué sentido el disponerse a ser discípulo de Jesús es como marchar a la guerra?
  • ¿Por qué exhorta Jesús a sentarse y calcular fríamente el costo antes de decidir ser su discípulo?

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Educación Cristiana | Parte 1

La enseñanza es parte de cualquier ministerio que Dios nos demande. Enseñar es abrir las ventanas del conocimiento al mundo. La educación cristiana fortalece a la grey de Dios (congregación). Evita la falta de crecimiento en los creyentes. Nos conduce por sendas verdaderas, previniendo errores doctrinales.

Cuando el Señor Jesús dejó la Gran Comisión a sus discípulos dijo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…”

Vemos que El puso no sólo el énfasis en ir a hacer discípulos, sino también le dio importancia a la enseñanza que debían recibir éstos para cumplir con lo que demanda la vida cristiana. Podría comparar esta verdad con la ilustración de dos líneas paralelas. Para que sean paralelas, siempre deben encontrarse en el mismo plano, a igual distancia una de la otra. El reino de Cristo sobre la tierra tiene también dos líneas paralelas: la evangelización y la enseñanza.

Quien se atreva a romper este orden divino, quebrará el equilibrio de los dos servicios paralelos y la iglesia de Cristo perderá su fuerza de crecimiento (el evangelismo) y abandonará la solidez que le da el fundamento de Cristo (la enseñanza).

Observamos en la Biblia el constante cuidado de Dios sobre la formación espiritual de su pueblo. Desde el momento que el pueblo de Israel entró a la tierra prometida, Dios le ordenó: “Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan y teman a Jehová vuestro Dios y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 31:12).

La educación a través de la historia

Historia pendular de Israel

Hay una etapa en la vida de Israel que demuestra muy claramente la importancia del líder en incentivar la enseñanza religiosa. La Biblia nos dice, después que murió Josué se levantó otra generación que no conocía a Dios (Jueces 2:10-12,14).

Durante la época de los jueces y de los reyes, la vida espiritual de los israelitas se caracterizó por momentos de alta y de baja espiritualidad. Cuando descuidaban su educación religiosa (lectura comentada de la Palabra) se apartaban de Dios y El los entregaba a sus enemigos.

Cuando Josafat llegó al trono de Israel, el pueblo estaba totalmente debilitado y alejado de Dios. Lo primero que hizo fue enviar a sus príncipes a las ciudades de Judá:

“…teniendo consigo el libro de la ley de Jehová… y cayó el pavor de Jehová sobre todos los reinos de las tierras que estaban alrededor de Judá…” (2 Crónicas 17:9-10).

La Educación en tiempo de Jesús

Según la historia, sabemos que junto a cada sinagoga se establecía una escuela elemental. La asistencia era obligatoria. El niño judío comenzaba su educación religiosa y moral a los seis años.

Estudiaba la ley, los profetas, la poesía y la historia de su pueblo, además los ritos y las ceremonias. De los diez a los quince años completaba su educación religiosa estudiando las interpretaciones orales de la ley y las tradiciones de los ancianos. Esta situación la vemos en la vida de Saulo en Hechos 22:3.

Notamos en la historia del pueblo de Dios la enorme importancia que se le asigna a la educación religiosa. ¿Qué estamos haciendo por nuestros hijos?

La Iglesia Primitiva

Nos dice Hechos 2:42 que los recién convertidos perseveraban en la doctrina de los apóstoles, esto podía ser real porque ellos les enseñaban.

Pablo y Bernabé estuvieron un año en Antioquía (Hechos 11:26), enseñando y preparando maestros.

En Éfeso Pablo estuvo tres años (Hechos 20:31) y en Corinto se radicó dos años y medio (Hechos 18:11) para enseñar la Palabra de Dios.

Pablo – Timoteo – hombres fieles – otros

Siempre tendremos la responsabilidad de cumplir con este cometido que el apóstol Pablo dejó a Timoteo.Sin embargo después de no más de tres siglos, la enseñanza dejó de tomarse en cuenta como algo de valor. Al poco tiempo los cristianos comenzaron a apartarse de las verdaderas enseñanzas de Cristo. La iglesia comenzó a darle más trascendencia a los ritos y a las tradiciones que a las enseñanzas de Jesús.

A la postre, cuando la iglesia de Cristo no recibe enseñanza genuina, pura y profunda, El es desplazado a un segundo plano e indefectiblemente los métodos que El enseñó serán dejados de lado.

La educación religiosa en la iglesia contemporánea

En el mundo secular la enseñanza fue adquiriendo mayor envergadura y eficacia, lo mismo ha acontecido o deberá suceder en el reino de Cristo sobre la tierra. A través de los años fueron surgiendo varias instituciones dedicadas a la educación religiosa: seminarios, institutos bíblicos, talleres para perfeccionamiento de obreros; los cuales se convirtieron en verdaderas escuelas de profetas, ya que se dedicaban a preparar a hombres fieles para que ellos pudieran enseñar también a otros.

La importancia de la Educación Cristiana

La educación cristiana no va salvar a nadie por sí misma, pero conduce a los humanos al conocimiento de Dios, por lo cual se convierte en canal de operación de la gracia de Dios para los hombres. La conversión no es un fin, sino el comienzo de una nueva y hermosa vida (lea 2 Pedro 3:18). La educación cristiana favorece el desarrollo perfecto del cristiano.

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El Laberinto de la Ética | Parte 1

Resumen por la estudiante de la Universidad Cristiana Logos, Carmen Yoselin Encarnación. Libro: El Laberinto de la Ética, David Cook. En el desarrollo de este libro podemos encontrar interesantes declaraciones que presenta el autor, entre estas declaraciones encontramos la siguiente; el fundamento principal del libro es el de ayudar a todos los cristianos independientemente de la rama que sea a tomar decisiones ética. Esta declaración debe de ser tomada en cuenta al momento de aconsejar; esto nos deja claro que al momento de aconsejar debemos de poner a un lado los tabúes y diferencias religiosas, y buscar la solución completa de los problemas de la persona en si. También deja claro que los puntos presentados aquí, no son los puntos de vista del autor; sino una manera de cómo actuar con ética en los diferentes ámbitos que nos tengamos que enfrentar como cristianos, pastores y  consejeros. Por otra parte, existe la necesidad de que reconozcamos el mundo en que vivimos hoy; esto es necesario entenderlo porque de una manera u otra afectara en las decisiones éticas que tendremos que tomar. El entender este mundo moderno es necesario porque puede moldear las formas y el contenido de las decisiones tomadas. Señala el autor. Estamos llamados al momento de abordar una situación tratarla de una forma ética y cristiana. Independientemente de la situación que sea la ética debe de estar presente en todo momento y claro también los principios; estos no pueden ser tirado por suelo; ambos deben ir de la mano. También, es importante que como consejeros cristianos debemos de aprender a darle la oportunidad a cada individuo para que puedan  tomar sus propias decisiones. Como lo señala el autor no debemos de solo dar respuestas prefabricadas, ni soluciones estereotipadas. Como consejero cristianos estamos en el deber de obtener información que nos ayude adquirir un conocimiento amplio para poder ayudar de forma más efectiva a los clientes. Otro punto importante de este libro, es que no nos brinda repuestas prefabricadas, de paradigmas, ni soluciones estereotipadas. Por otra parte, una realidad muy acertada presentado por el autor es  que, vivimos en un mundo donde el ser humano vive solo aunque rodeado de gente se sienten como extraños; este sentimiento es debido a la sociedad en que vivimos, de acuerdo a lo estudiado en este libro. El ser humano se mira a si mismo sólo como algo que se usa mientras se necesita; es decir como un objeto reciclable. En este aspecto el autor toma como ejemplo los lugares de trabajo; en estos lugares las personas son usadas y desechada como si fueran maquinarias y no seres humanos y desde la perspectiva del mundo político la situación es la misma. “Las personas de hoy se sienten despersonalizadas y alienadas o solas y muestran sentimientos de poco valor o importancia”. Esto hace que se valla poniendo a un lado la parte humana hasta llegar al olvido de los individuo y entonces la soledad. Por otra parte, el autor señala la realidad que vivimos hoy con un mundo futurista el cual es inventado por nosotros los humanos; los inventamos como una oportunidad de escapar de la realidad. Señala el autor. Muchos tratan de escapar a este mundo futurista, poniendo todas sus energías en el mundo del ocultismo y lo paranormal; dejando de esta forma el Evangelio de la verdad como algo sin importancia. Vivimos en un mundo lleno de confusión, donde los seres humanos no saben que o ha quien seguir; es entonces donde surge esa necesidad de querer escapar de la realidad presente, viviendo en un mundo futurista e irreal. También, el autor presenta el concepto de el existencialismo y el individualismo, los cuales también son usado como otra vía de escape. De acuerdo a la definición dada por el autor. “El existencialismo niega que el pensamiento por si solo pueda mostrarnos como es el mundo o como solucionar los problemas a los que enfrentamos; basado en la razón la cual no nos conduce a ninguna parte. Su campo de acción y su capacidad están limitadas ante las necesidades irreales de las personas”. Así como el existencialismo, el futurismo, y el individualismo entre otros, son los medios que muchos aclaman para poder vivir el día al día y escapar de la realidad que los rodean. Somos incapaces de marcar la diferencia en lo que realmente es importante, nos sentimos perdidos y desorientados hasta la esfera de desconcertarnos ante la complejidad este mundo remoto  de poder y de toma decisiones que nos hunde en un profundo sentimiento de amargura y desconsolación. Es sugestivo también, tomar en cuenta como cada día el crecimiento de la tecnología y la industrialización, han ido remplazando el uso de los humanos en el desarrollo de la humanidad; esta tendencia ha traído como consecuencias la movilización de las personas a lugares industrializados, y dejando atrás la iglesia y la religión. El autor explica que debido a este suceso de desplazamiento, las personas fueron puesto a un lado todo lo concerniente a Dios y la religión. “La influencia de la religión ha ido disminuyendo a medida que ha crecido y se ha desarrollado la influencia de la ciencia sobre la naturaleza, la biología, la historia, la psicología y la sociedad”. Los expertos y especialistas han llegado a la conclusión: “Muchos de ellos cada vez saben menos cosas”. Este tipo de proceso mental que ha conducido al reduccionismo, es el intento de reducir situaciones complejas a elementos sencillos”. En síntesis, vivimos en un mundo de libertad o liberación; el cual esta asociado con los grupos minoritarios nacionales y raciales están buscando liberación. “La secularización es el proceso mediante el cual el pensamiento, la practica, y las  instituciones religiosas pierden su relevancia social. Vivimos en mundo secular, en contraste con el mundo de la Edad Media, donde la religión ocupaba el centro mismo de la vida y el pensamiento de la gente. El papel de la iglesia y la religión era central e importante, pero ahora no es este el caso. Actualmente, las creencias, actividades e instituciones que presuponían creencias cristianas tradicionales, a una sociedad donde las creencias, actividades e instituciones están basadas en el ateísmo. Esta realidad ha llevado a que en todos los ámbitos, los seremos humanos ha sacado todo conocimiento de Dios.
Por la bendición de los rectos, se enaltece la ciudad, pero por la boca de los impíos, es derribada.
Proverbios 11:11
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Psicología Pastoral

Psicología pastoral en una frase moderna, es resultado del impacto del desarrollo de la psicología en el siglo XX. Según Paul Johnson, significa simplemente «la aplicación de la psicología al trabajo pastoral.» Se trata, pues, de los estudios teóricos y clínicos del ministerio pastoral. La consejería pastoral cristiana tuvo sus inicios en la tradición judía.…

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