…Y me Seréis Testigos en Jerusalén…

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(Por José Juan Morales Sosa)

“Jesús daría sus instrucciones finales a sus apóstoles cuando estuvo reunido con ellos. La palabra griega usada para describir esta reunión es usada solo una vez en el Nuevo Testamento. Literalmente significa “tener sazón juntos”. La Traducción Phillip señala, “mientras Él estaba en una comida común con sus discípulos”. A. En este escenario Jesús les ordenó.  Este verbo griego aparece tres veces en el Libro de Hechos relacionado al Señor dando mandatos y, por tanto, expresa a su pueblo el cargo trino del Señor.

1 Él mandó a la gente a arrepentirse de sus pecados (Hch 17;30). Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.

  1. Él mandó a sus seguidores a esperar por el Espíritu (Hch 1:4).
  2. Él mandó a sus seguidores a predicar el evangelio (Hch 10:42). nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
  3. En este escenario los mandó a esperar. ¿Por qué esperar?
  4. Tendrían que permanecer en Jerusalén porque iba a ser de Jerusalén que la palabra del Señor saldría (Is 2:3). 2:3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

Jerusalén era extremadamente importante como el centro del mundo

religioso judío.

  1. Esta ciudad había sido capturada por David de los Jebusitas

alrededor de 1,000 a.C.

  1. Fue establecida como la capital de la monarquía hebrea.
  2. Se convirtió en la Ciudad Santa cuando el templo de Salomón fue construido allí.
  3. Fue el escenario de todos los escritores proféticos, excepto Amos y Oseas.
  4. Permaneció como la capital de Judá después de la división.
  5. Cayó ante los babilonios en 586 a.C.
  6. Fue reconstruida después del exilio por Nehemías, cerca de

mediados del siglo quinto a.C.

  1. Fue destruida por Tito, el general romano en el 70 d.C.
  2. De acuerdo con los evangelios, Jesús visitó la ciudad siete veces.
  • En la presentación (Lc 2:22-39). • En la Pascua cuando tenía doce años (Lc 2:41-50). • En la Pascua cerca del comienzo de Su ministerio (Jn 2:13- 22)
  • En la fiesta sin nombre (Jn 7: 1-8; 59, tal parece ser la Fiesta de los Tabernáculos). • En la dedicación (Juan 9:1; 10:39). • En otra visita al templo (Mr 11:11) • En Su visita final en la Pascua (Jn 13:1; Mr 11:27f).
  1. La primera iglesia cristiana fue fundada allí.
  2. Fue el escenario para el martirio de Esteban (Hch 7:54-60).
  3. Fue el escenario para el martirio de Santiago (Hch 12:1-2).
  4. Un concilio importante de la iglesia se llevó a cabo allí (Hch 15).
  5. Pablo hizo cinco visitas (que sepamos) a la ciudad después de su conversión. • Para visitar a Pedro (Gl 1:18; Hch 9:26-30). • Para aliviar la hambruna (Gl 2:1; Hch 11:27-30). • Para asistir al concilio (Hch 15: 1-35).
  • Al cierre de su segundo viaje misionero (18:22) • Al término de su tercer viaje para llevar las ofrendas recogidas entre los gentiles (Hch 21:17).
  1. Ellos tenían que esperar porque había un “cumplimiento de tiempo” en

la agenda de Dios que tendría que ocurrir. (Hch 2:1; Gl 4:4).

  1. Tenían que esperar hasta que la promesa del Padre (ej. el bautismo del Espíritu) se convirtiera en parte de su experiencia. El mandamiento de predicar no es suficiente; tenemos que ser equipados por, o recibir poder del Espíritu Santo para poder hacerlo.
  2. Tenían que esperar hasta que Jesús ascendiera al Padre, lo que era un

prerrequisito para el derramamiento del Espíritu (Hch 2:33).

  1. En este escenario Jesús hace referencia a ellos recibiendo la Promesa del Padre. Esta es una referencia al bautismo del Espíritu Santo, lo cual es clarificado en los próximos versículos.
  2. La promesa del Padre, mencionada antes por Lucas en su evangelio (Lc

24:49), se refiere a una promesa hecha por el Padre a Jesús antes de Su

encarnación. Sería la recompensa de Jesús por Su obediencia en la labor

redentora. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” (Scheidler, s.f., pp.30-31)

 

Referencias Bibliográficas

  1. Scheidler, B. (s.f.) Los Hechos de los Apóstoles. ICCR Bayamón. Pp. 30-33
  2. Curso MOODLE -NTS202 El Libro de los Hechos (P- Latam). Pp. 30-33
  3. Apuntes del Profesor José Juan Sosa Morales

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