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Educación Cristiana

Ministros que Abusan

Por: Ramiro Enrique Ariza Jaruffe

Desde el principio es voluntad de Dios que el hombre sea sumiso a su Autoridad. El hombre siempre ha violentado esta sumisión y como consecuencia esta destituido de la Gloria de Dios y su Reino.  Para vivir en la cobertura de su Reino es necesario estar en sujeción a su Autoridad, pero  nadie tuvo capacidad para hacer semejante obra, hasta que fue enviando su Hijo Amado, en el cual tuvo complacencia porque siempre fue sumiso a la Voluntad de su Padre.

Job 38:1-41. El creyente tiene que conocer la Autoridad de Dios y cómo es manifestada tanto en los cielos como en la tierra.  Entendiendo que todas las cosas son creadas por la Autoridad de Dios. Y que la autoridad de Dios es su Palabra y que esta Autoridad representa a Dios y sus Hechos representan su Poder.

Isaías 14: 12- 21; Ezequiel 28: 13-19 La Autoridad de Dios es violentada en el mismo trono del Altísimo por el Querubín llamado Lucero de la Mañana.  Su vanagloria y exaltación causaron su caída y su condenación eterna. 

Génesis 3:22 No obstante,  contaminó la tierra de su rebeldía y desobediencia provocando que seres perfectos como Adán y Eva cayeran en su telaraña de engaños y desearon ser igual a Dios.

Jeremías 9:23-24   La Autoridad de Dios se recibe por Revelación del Espíritu Santo; cuando esto sucede, el corazón de los seres humanos se rinde sin reservas ante la Autoridad de Dios.  Como lo hizo Jesucristo al beber la copa de la ira de Dios sin revelarse a la Autoridad Divina.

"Los Profetas de Israel", Leon J. Wood. No existe en la tierra un testimonio o prueba más fehaciente y contundente de la autoridad genuina de Dios que la experimentada por los profetas y el mismo Jesús Hombre quienes ejercieron su ministerio a cabalidad y fidelidad según el propósito de Dios para su pueblo de Israel; y entendiendo también que aquellos falsos profetas sirvieron para demostrar que no tenían la autoridad de Dios.

El Dr. Erdely en su primera parte del libro "Pastores que Abusan", expone una cantidad de denuncias y testimonios de personas creyentes que han sido violadas por toda clase de abusos espirituales y materiales ejercidos por falsos ministros y líderes de iglesias de diferentes denominaciones; de los cuales identifica claramente los diferentes tipos de abusos entre los que podemos mencionar abuso infantil en sexo (pedofilia), violaciones sexuales a monjas, sacrificio ante el altar de Moloch, complicidad de instituciones eclesiásticas, intimidación, estigmatismo, explotación con diezmos y ofrendas, etc.,.

¿Cómo reconocer a los pastores abusivos?

  1.  Implementan una doctrina de Autoritarismo. Tienen obsesión por que se les obedezca ciegamente en todo estableciendo una práctica de lavado de cerebro a sus seguidores, no permiten que se les cuestione en sus conductas y decisiones, se escudan bajo ciertas reglas morales y marginan a quien quiera resistirse a su autoridad.
  2. Métodos de Manipulación y Doctrinas Autoritarias. Los métodos de manipulación son formas o maneras de presionar a la gente y llevarla a hacer lo que quieren. Son tres las estrategias de manipulación usadas por ministros sin escrúpulos: Presión Grupal, Difamación y Descrédito. En la primera de ellas, no dudarán en convencer a la gente de su iglesia en contra de personas que han caído de su gracia o que se han dado cuenta de sus fechorías.Las doctrinas autoritarias son enseñanzas, a veces mezcladas con perversiones de conceptos  cristianos o versículos bíblicos, que tiene por objeto provocar una especie de lavado de cerebro.

Cuáles son los límites de la autoridad Ministerial

Basado en lo anterior es muy importante entonces conocer la diferencia entre estar bajo Autoridad y bajo un Autoritarismo y ¿qué nos dice la biblia acerca de estas dos palabras? Cuando alguien no puede ejercer su ministerio, basado en la verdad, en el servicio de amor y en la honestidad, necesita recurrir al uso de la manipulación y a un sistema de gobierno autoritario para imponer sobre las conciencias de las personas y poderlas controlar. Dios no dejó hombres, ni concilios, ni falibles religiones como depositarios de la verdad. El dejó las enseñanzas de Jesucristo y de sus Apóstoles inspirados, siendo ésta la máxima autoridad en cuestión de fe y conducta.  Hechos 1:1-2; Juan 6:63; 2P1:19; 2Timoteo 3:16-17 y Hechos 20:32.

Desenmascarando las Doctrinas Autoritarias

a) Estigmatizar como "Rebelde". Estigmatizar significa: Señalar, marcar, infamar, censurar a una persona con un calificativo o adjetivo, en el cual el más usado es el de "Rebelde" porque en la biblia Dios muchas veces llamó a su pueblo así debido a que actuaban desobedeciendo sus mandamientos y estatutos. Entonces, los falsos ministros religiosos y algunas veces los no religiosos llaman rebelde a los que se salen de debajo de su sistema de control o cuando el creyente se niega a ser cómplice de manipulaciones doctrinales y actos ilícitos de líderes autoritarios. Oseas 11:7, Romanos 10:21.

b) El Mito de cuestionar a los "Ungidos."  El verso bíblico utilizado para infundir miedo y mantener las conciencias de la gente cautivas y sin utilizar su razón es el Salmo 105:15 que dice: " No toquéis, dijo, a mis ungidos" y el otro verso es el de David cuando corta un pedazo del manto de Saúl cundo este dormía. 1Samuel 24: 6, 10 dice: "Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi Señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová". El contexto del Salmo se refiere al pueblo hebreo en la que ninguna nación podía hacerles ningún tipo de daño mientras estuviese en peregrinación. Tocar significa en este contexto, no matarlos. Y la expresión de David respecto al rey Saúl, tiene ese mismo contexto, no matar a su rey a pesar de habérsele insinuado por sus seguidores amigos por causa de la persecución por parte del Rey para matar a David.

c) Excomunión y Expulsión. La biblia enseña que hay ocasiones en que hay razones legítimas para dejar la iglesia y en esas ocasiones Dios si bendice a los que lo hacen; como son los casos de David por causa de la persecución de Saúl, Juan El Bautista, Jesús hombre al dejar las tradiciones religiosas de sus padres, lo mismo que los Apóstoles, etc.

d) No se debe Juzgar. Todo falso ministro anda en la carne y es contrario al Espíritu y a toda justicia de Dios. Estos siempre esgrimen el verso de Mateo 7: 1-5 el cual dice: " No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio que juzgáis, seréis juzgados,.....". Pero realmente el contexto de este texto no indica que Jesús prohíbe el juzgar a todos, sino solo se lo prohíbe al hipócrita, porque no tiene valor moral para juzgar si también está haciendo lo mismo. Quien juzga debe hacerlo con justo juicio Juan 7:24; El espiritual juzga todas las cosas 1Corintios 2:15

Conclusión

Todo verdadero creyente, líder o ministro es maduro en la fe, tiene el Espíritu Santo y la palabra de Dios, anda en el espíritu y con el Espíritu en todo lugar y circunstancia como ayuda idónea para hacer la voluntad de Dios en todo.

 Todo aquel que dice ser cristiano pero su testimonio es malo y no tiene frutos, no ha creído en Cristo aunque haya hecho la oración de fe y se puede declarar con firmeza que Jesucristo no es su Señor, no ha muerto al pecado, no ha nacido de nuevo, no tiene al Espíritu Santo y no es hijo de Dios.

Existen manipulaciones muy sutiles por parte de Ministros que son difíciles de detectar o confirmar las causas o pruebas fehacientes. Para este caso, el creyente verdadero debe mantenerse alerta para no caer en ellas aunque hay muchas probabilidades de que pueda caer sin darse cuenta. Pero el Espíritu de justicia estará sobre aquellos que se lo pidan para conocer la verdad.

¡Tu pasión, nuestra misión!

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¿QUIEN SOY YO?

Antonio Encarnación

Resumen y Aplicación practica del libro “Cura para la Vida Común”. Max Lucado.

Para saberlo nosotros no necesitamos empuñar un bate de béisbol o un palo de golf, equipos e instrumentos deportivos, lo que necesitamos es lo que Dios nos ha dado a nosotros. Algunas veces podemos sentirnos restringidos a una zona, una región, un recinto, este fue destinado en habitar con Dios cuando fuimos creados.

Dios fue el diseñador el en todo el contorno de nuestras vidas, para que llenemos un espacio vacío en su rompecabezas. Nosotros podemos encontrar este punto óptimo poniendo nuestras vida en la mano de Jesús, cuando esto se hace se ve agradable todo en la vida. Así como Dios nos llama, nos equipa. Solo necesitamos echarle una mirada retrospectiva a nuestra vida, y ver si hemos hecho las cosas coherentemente bien; y lo que siempre hemos querido hacer, hay que detenernos en la intersección de nuestros deseos y sus éxitos y encontrar la singularidad de la vida, es decir, singularidad (lo que nosotros hacemos) Para hacer de Dios lo primero (por qué lo hacemos) todos los días de nuestra vida (cuándo lo hacemos).

Nuestra vida debe estar influenciada por estos tres elementos que encontramos en el libro: “La cura para la vida Común”. Este punto óptimo nosotros lo encontramos como una trama; con sus años y sus temas. Nosotros podemos hacer ciertas cosas en una forma que nadie más puede hacer. Y cuando la reconozcamos, y las hagamos, otros verán que nuestro punto óptimo se habrá descubierto. Pero necesitamos buscar en nosotros, nuestro diario vivir, la gloria de Dios, el punto optimo (Centro) y nuestros puntos fuertes.

“No debemos dejar que nuestra vida se deteriore por no comprender este punto: Nosotros somos más que una casualidad estadística, más que un matrimonio entre la herencia y la sociedad, más que una confluencia de cromosomas heredados y traumas de la niñez. Más que una veleta andante azotada por los fríos vientos del destino.

Gracias a Dios nosotros hemos sido esculpido en algo que a partir de la nada, Dios nunca produce seres humanos en masa o prefabricados, no los forma a la ligera.  La biblia dice en Apocalipsis 21:5 “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”. Nosotros tenemos la capacidad de hacer algo que nadie más puede en una forma en que ningún otro puede, explorar y extraer la singularidad de honrar a Dios, quien extenderá su reino hacia nosotros. De modo que cada cual examine su propia conducta; sin tener que presumir, con la ventaja que no tiene que compárese con nadie. (Gálatas 6.4). Nadie puede duplicar nuestra vida. Cada un debemos buscar en la réplica de nuestra historia; pero no la encontramos. Dios la hizo a nuestra la medida. En Isaías. 43.7 dice: "Los he creado, los formé y los hice".

En el taller de Dios no existe una caja con el repuesto de nosotros. Porque nosotros no somos un ladrillo más en la pila del albañil, ni un tornillo más en la gaveta del mecánico. ¡nosotros somos quienes somos! Y si no lo fuéramos nunca lo tendríamos.

Si deseamos cambiar de trabajo debemos examinar las perspectiva sobre la vida. El éxito no lo define una plaza laboral ni una escala salarial sino el rendir al máximo en lo que nosotros mejor sabe hacer. Dios nos ha creado a nosotros para que hagamos lo mismo. Él llenó nuestra lata o hueco vacío de la vida.  Y nos hizo único. Pero no basta con saber lo que Él nos ha dado. Debemos entender para qué nos lo dio y entonces podremos colorear a Cristo y hacer de Él lo primero. Embellecer su rostro en nosotros y debemos adornarlo su imagen. La forma en que nosotros nos relacionamos con el dueño de la casa, esto da color a todo lo hacemos en la vida. Si nos disgusta entonces no odiaremos tanto el trabajo, el hogar inclusive el compañerismo mismo. Pero si confía en Dios, lo adoraremos y recordaremos que nadie más tiene los talentos que Dios nos a dado.

El autor menciona que “la vida común nos lleva a un pesebre es decir al niño de Belén. Emanuel, Recordándonos la promesa del ángel? «He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo. Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros» (Mateo 1.23). El nombre aparece con la misma forma hebrea con que aparecía dos mil años atrás. «Immanu» quiere decir «con nosotros». «Él» se refiere a Elohim, o Dios. No a «Dios sobre nosotros » ni a «Dios en algún lugar del vecindario». Vino como el Emanuel, «con nosotros-Dios», Dios con nosotros. No «Dios con los ricos» ni «Dios con los religiosos», Sino Dios con nosotros, Todos nosotros. Ya sea Hispanos, Rusos, alemanes, budistas, mormones, camioneros y taxistas, bibliotecarios.

Dios con nosotros. Dios está con nosotros. Los profetas no serían suficientes. Los apóstoles no bastarían. Tampoco los ángeles. Dios envió algo más que milagros y mensajes. Se envió a sí mismo; envió a su hijo. «Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros» (Juan 1.14). Él nada en el útero de María. Sonríe sobre la paja irritante del pesebre. Se tambalea aprendiendo a caminar. Salta sobre el lomo del pollino. Dios con nosotros. Él conoce el dolor. Sus hermanos le llamaron loco. Él conoce el hambre. La mitiga comiendo el grano del trigal. Él conoce el agotamiento; por estuvo rendido de sueño, dormita en una barca remecida por la tormenta.  nosotros tenemos un lienzo, el lienzo de lo que Cristo hizo por nosotros. Cristo nos quita el pecado, y al hacerlo, nos despoja de la mediocridad. Ya no tenemos que decir: «Nadie me conoce». Dios nos conoce. Él esculpió el nombre de nosotros en la palmas de sus manos y puso sus lágrimas en nuestra vasija (Isaías 49.16; Salmo 56.8)”.  Los seres humanos sufrimos de una visión distorsionada. No se trata de la visión ocular, distorsión que no puede ser corregida con lentes. El problema es que algunos se tienen una estima demasiado alta o muy baja. Somos dos extremos de una visión distorsionada de sí mismo. El narcisismo y la carencia de autoestima nos impide tener la visión correcta de nosotros mismos para encontrarnos en el justo centro. Pero, ¿Cómo llegar allí? ¿Cómo podemos estabilizar el péndulo de nosotros mismo? Lo único que pueda ayudarnos es: Consejería, Psicoterapia, Autoayuda. Todas estas son actividades aconsejables, pero no pueden compararse con la cura divina para una visión distorsionada de nosotros mismos sin una adoración correcta. Una adoración honesta nos lleva a quitar los ojos de nosotros mismos para fijarlos en Dios. El más famoso líder de adoración de las Escrituras escribió: «Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos, dad a Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad» (Salmo 29.1, 2).

Necesitamos escaparnos o tomar un tiempo para pensar, reflexionar en el propósito de Dios en nuestra vida, volver a trazar nuestro rumbo para predicar el evangelio con ahínco, trabajar con mas amor y relacionarnos con nuestro compañeros de trabajo, relacionarnos con nuestra familia y los amigos sintiéndonos motivados y permanecer en los pasos de Jesús, donde podamos renovar nuestra mente y cuerpo; con la finalidad ser personas conectadas con Dios y que los seres humanos sean bendecidos en su relacionan con nosotros, cuando estos buscan ayuda emocional, física, y espiritual.

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Compromiso con la palabra de Dios

Jesús dio mucha importancia a las palabras. Señaló que recibió de su Padre «palabras» que debía comunicar a sus discípulos. Quiso que los mismos discípulos valoraran y comprendieran las palabras que él les dio. Les prometió que el Espíritu Santo les recordaría sus palabras cuando no estuviera más con ellos en la tierra. Nuestro Dios habla por medio de palabras y no por vagas sensaciones. El Dios del cielo y la tierra se comunica con nosotros sus criaturas conforme al idioma de cada uno y quiere que registremos esas palabras y las recordemos. La palabra de Dios tiene el efecto de fundamentar nuestras vidas sobre el cimiento eterno. Esa misma palabra nos juzgará. Es la modalidad de Dios desde el principio de su trato con el ser humano. En Edén Dios conversó con Adán y Eva. Dio a conocer a Moisés sus palabras por las cuales se regiría la vida del pueblo de Israel. Luego el autor de Hebreos afirma: Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas, en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. Hebreos 1:1–2 Dios exigió de sus profetas de la antigüedad que fueran fieles a las palabras que él pusiera en su boca, que no le restaran nada y no añadieran una sola palabra. Prestemos atención a las sanciones severas que el Señor dio por boca de Jeremías a los profetas falsos y mentirosos de su tiempo: 26¿Hasta cuándo seguirán dándole valor de profecía a las mentiras y delirios de su mente? 27Con los sueños que se cuentan unos a otros pretenden hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, como sus antepasados se olvidaron de mi nombre por el de Baal. 28El profeta que tenga un sueño, que lo cuente; pero el que reciba mi palabra, que la proclame con fidelidad. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano? — afirma el SEÑOR—. 29¿No es acaso mi palabra como fuego, y como martillo que pulveriza la roca? — afirma el SEÑOR—. 30»Por eso yo estoy contra los profetas que se roban mis palabras entre sí — afirma el SEÑOR—. 31Yo estoy contra los profetas que sueltan la lengua y hablan por hablar —afirma el SEÑOR—. 32Yo estoy contra los profetas que cuentan sueños mentirosos, y que al contarlos hacen que mi pueblo se extravíe con sus mentiras y sus presunciones —afirma el SEÑOR—. Yo no los he enviado ni les he dado ninguna orden. Son del todo inútiles para este pueblo —afirma el SEÑOR—. Jeremías 23:26–32 El Nuevo Testamento señala la tremenda importancia de la comunicación divina al ser humano al referirse a Jesucristo como el Verbo de Dios. En el juicio final aparece el victorioso Hijo de Dios sobre un caballo blanco, y el apóstol Juan nos informa: […] Apareció un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y Verdadero […] Está vestido de un manto teñido en sangre, y su nombre es «el Verbo de Dios». Apocalipsis 19:11,13. Dada esta larga historia por medio de la cual Dios ha dado a conocer su voluntad por medio de palabras, no nos debe extrañar descubrir que Jesús puso mucho énfasis en el valor de la palabra de Dios. Luego los apóstoles que dieron fundamento a la iglesia naciente después del día de Pentecostés establecieron la palabra de Cristo como norma que regiría la vida de la iglesia a lo largo de su trayectoria terrenal. Aun después de la muerte de los apóstoles la iglesia siguió recordando las palabras de estos varones que gozaron de una relación tan íntima con Cristo. Así que, desde el principio de la iglesia, la palabra de Cristo y de los apóstoles tuvieron el mismo peso que la palabra de los profetas antiguos, y constituía la regla por la cual se juzgaba toda conducta y toda otra palabra.   PARA PENSAR Y COMENTAR
  • ¿Cómo debemos definir el compromiso del discípulo con la palabra de Dios?
  • ¿Qué efecto produce en la vida una clara orientación con respecto a la palabra de Dios?
  • ¿Qué actitud debe tener todo cristiano que abre la Biblia para leer y meditar en ella?

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