La lucha de la carne

Apreciado estudiante, lo que nos pides que te expliquemos en esta pregunta necesitaría un libro para contestarlo, pero vamos a intentarlo en este papel.

La Biblia habla de “la carne” no como hoy se entiende en nuestra España. En nuestra cultura actual “carne” quiere decir: sexo. Pero también en nuestra cultura carne quiere decir sólo eso: carne. La carne que Dios ha creado y con la que “ha vestido” a hombres, aves y animales. En este sentido nuestro lenguaje y la Biblia están de acuerdo, en el otro no. El sexo mal usado la Biblia lo llama: adulte­rio, fornicación y otras cosas semejantes. Son “Obras de la Carne” puedes verlo en Gálatas 5:19-21.

Pero hay otra manera en que la Biblia usa la palabra “carne”. Jesús se lo dice a Nicodemo en S. Juan 3:6. “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, Espíritu es”. ¿Entiendes a qué se refiere? ¿Quienes no han nacido de nuevo? ¿No son todos los que no han recibido a Jesucristo como su Salvador? Entonces ¿ellos qué son? CARNE. Y los que han nacido de nuevo, del Espíritu ¿Qué son? Son del Espíritu de Dios, pueden ver el Reino de los cielos, ahora por la fe, luego estando allí.

Es importante entender esta diferencia y también es muy importante saber que aunque somos nacidos del Espíritu y éste vive en nosotros ¡todavía somos también CARNE! Por eso el apóstol Pablo nos dice allá en Gálatas 5:16: “Digo, pues; andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne” En el versículo siguiente nos habla de “la lucha” que tiene el creyente entre los deseos de la carne y el vivir en el Espíritu.

Así que “la carne” es nuestra vieja naturaleza, la que hemos heredado de Adán y Eva, que recibimos con el primer nacimiento, la que tiene todo el mundo. La Biblia la llama también “El Viejo Hombre”. Puede aparentar ser buena, religiosa y moral, pero en cualquier momento sale por lo que es: CARNE.

¿Qué podemos hacer con la carne? ¿Cómo podemos luchar contra ella? ¿Ha hecho Dios algo en nuestro favor respecto a ello? SI, nos lo dice en Gálatas 5:34: “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos” (Esto de “crucificar la carne” esta más ampliamen­te explicado en este escrito titulado: “Lo mejor del hombre”.

Hasta aquí hemos hablado de la carne y del espíritu, pero ¿Dónde colocamos el alma? El alma está, digamos, entre la carne o el cuerpo, y el espíritu. El cuerpo se relaciona con el mundo que nos rodea por medio de los sentidos: Vemos, oímos, tocamos, etc. El alma expresa las emociones: El amor, el odio, el entusiasmo (Lo mismo el creyente que el incrédulo) y el espíritu se comunica con Dios.

Si vives en la carne, por mucho que te esfuerces o luches contra ello, tu alma expresará las cosas de la carne: Egoísmo, rencor, falta de perdón y de amor, hipocresía, etc. Si vives en el “Espíritu” tu alma expresará el perdón, el amor, la misericordia, etc.

Referencias Bibliográficas

1. José Luis y Feliciano Briones Cursos Bíblicos Apartados 2.459 28080 MADRID
2. correo: cursosbiblicos2000@yahoo.es

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